Facebook y Twitter han revolucionado la forma en que nos comunicamos, y sin duda las redes sociales llegaron para quedarse a pesar de que a muchos de los principales comentaristas de Televisa las desprecian y repudian.
Mi cancelación de mi cuenta @JulioRoa en Twitter fue una decisión que tome en un abrir y cerrar de ojos. En Twitter seguía a 202 Tuiteros y era seguido por 204, me encontré a muy inteligentes tuiteras y tuiteros, también me encontré a algunos fanáticos tanto de la izquierda como de la derecha, y otros simplemente aburridos.
Aproximadamente llevaba 4 meses en Twitter progresivamente invirtiendo más tiempo cada día, al principio un par de horas a la semana aumentando paulatinamente a 3,4, y 5 horas a la semana, hasta llegar a estar en Twitter por 5 o 6 horas al día, instale Twitter en mi teléfono y checaba constantemente mi Twitter Line, ya fuera trabajando, manejando, en el baño, al despertar, al irme a dormir, en el súper y durante comidas en mi auto. En pocas palabras me convertí en un adicto a Twitter y dicha adicción se me salió de las manos.
Recuerdo un día que casi toda la mañana me la pase en Twitter, no trabaje, ni me bañe o hice algo positivo, solo tuitear y debatir sobre temas de la política mexicana que debo reconocer me apasionan demasiado. Mi adición a Twitter me llevo a ignorar a mi familia, prefería estar tuiteando y debatiendo, había ocasiones en que me apuraba hacer actividades con tal de terminar rápido y regresar a mi computadora y volver a tuitear. Al principio me sorprendí de la manera que tuiteros y tuiteras se la pasaban en Twitter todo el tiempo, me preguntaba ¿Qué no tendrán trabajo o cosas más importantes que hacer? pero como dicen cae más pronto un hablador que un cojo y ahí yo tuitenado a todas horas del día.
La gota que derramo el agua fue una acalorada pelea con mi esposa, por cierto no la primera sobre Twitter. Mi esposa constantemente me decía que mi uso en Twitter se estaba saliendo de control y que me la pasaba mucho más en la computadora “platicando con quien sabe quién”. Debo reconocer que el enojo de mi esposa también era por un poco de celos al ver que algunos de mis seguidores eran mujeres y un par de ellas aprecian en bikini en su avatar.
Mi respuesta siempre era cínica y decía “solo es un rato en Twitter, a quien le puede hacer daño” pero dentro de mí sabía la verdad sobre mi adición a Twitter. Al día siguiente de mi pelea y discusión con mi esposa decidí cancelar mi cuenta en Twitter, no fue nada fácil, pero creo que fue una decisión inteligente. Allá más de 10 días sin usar Twitter, puedo decirles que si por supuesto que extraño leer a muchos tuiteros y tuiteras, también extraño la elevación de mi ego cuando era día del famoso #FF y alguien decía que @JulioRoa es muy inteligente y digno de seguir, debo de presumir que fue mas de una vez que recibí este tipo de halagos. También extraño los Tuits de don @federicoarreola con su humor singular. Pero debo decir que estos últimos días sin Twitter regrese a ser Julio Roa y no mas @JulioRoa, leo más noticias de diferentes diarios, leo mas lo que sucede aquí Canadá, además de estar más tiempo con mi familia y de disfrutar el clima rico que nos ha caído en Toronto en estos últimos días.
Caminar, pasear en bicicleta, ver películas, ver un buen programa de televisión, platicar y disfrutar mi familia han vuelto a formar parte de mi rutina, inclusive empecé el proyecto de organizar el tiradero en mi cochera y puedo reportar que hoy día luce mucho mejor.
P.D. Como soy una apasionado de asuntos políticos he creado una nueva cuenta en Twitter llamado @LaPolitika, así como también un portal de columnas que lleva el mismo nombre, es por eso que decidí regresar al mundo de Twitter y espero que sea de forma más mesurada y no adictiva, veremos.
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